“Tosca” de G. Puccini. Reparto: Violeta Urmana (s); Massimo Giordano (t); Falf Struckmann (bar); M. A. Zapater (b); Vicenc Esteve (t); Valeriano Lanchas (b); Jose Manuel Diaz (bar); Leyre Mesa (s). Coro de la Opera de Bilbao y Coro Infantil de la Sociedad Coral. Orquesta Sinfónica de Bilbao. Director de Escena: Nuria Espert y Marco Gandini. Director Musical: Bertrand de Billy. Placio Esukalduna 19-I-13.
Conocíamos ya la producción, en su día atrevida, concebida por Nuria Espert y reiteramos la opinión de la grandiosidad y belleza clásica de su escenografía. Naturalmente ya no sorprendió tanto la presencia de Scarpia como un clérigo en aquella poderosa Roma de mil ochocientos.
Tampoco nos cogía de sorpresa la idea de la actriz catalana de diseñar un paralelismo con la Inquisición. Sin embargo, en esta nueva visita y como también comentamos entonces, nos sorprendió nuevamente el insolente añadido de la palabra “votos” en el texto original en lugar de “Fe jurada”. Nuria Espeert no dudó en cambiar las palabras con el fin de que Scarpia se abalanzara con voluptuosidad hacia Tosca en el segundo acto, abandonando momentáneamente su condición de alto dignatario eclesiástico.
Desde el punto vocal, la representación tuvo en el barítono alemán Struckmann la grata novedad de encontrarnos con un gran cantante. Nos avisaron que se encontraba un poco resfriado, lo que se le notó un poco al final del dúo, pero fue suficiente comprobar la hermosura y solidez de su voz, la intencionalidad de su fraseo, su actuación tan natural y comedida para considerarle como excelente. Un gran barítono que nos configuró una muy buena escena de su muerte en unión de la soprano Urmana. A la soprano lituana ya le conocíamos y sabíamos de sus excelentes cualidades vocales, tanto de su belleza tímbrica, como de su seguridad en el canto. Aplaudimos la entrega y gran sentimiento que nos deparó en el Visi D´Arte. Lamentablemente no gustó nada el tenor Massimo Giordano, inadecuado para asumir un papel para una voz poco voluminosa, de emisión muy gutural y carente de carácter. El italiano pareció un novel asustado. La batuta del maestro De Billy se mostró eficaz y no se vió comprometido en ningún momento porque en el foso se halla la garantía instrumental de la Sinfónica bilbaína.
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