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Magnífica interpretación belcantista de I Puritani en Bilbao

“I Puritani” de Bellini. Repaerto: Elena Mosuc (s); Celso Albelo (t); Gabriele Viviani (bar); Simon Orfila (b); Giovanna Lanza (m); Fernando Latorre (bar); Alberto Nuñez (t). Coro de la Opera de Bilbao y Orquesta Sinfónica de Navarra, Dirección de Escena: Alfonso Romero. Dirección Musical: J.M.Pérez Sierra. Palacio Euskalduna 5-IV-14.
No falló el ámbito interpretativo en las expectativas puestas, todo lo contrario, porque al deseo de escuchar nuevamente  al tenor Celso Albelo, se unió la extraordinaria actuación de la soprano Elena Mosuc, con lo que la interpretación canora de la hermosa música de Bellini quedó a la altura de una representación de referencia en el futuro. A la elegancia del canto de Celso Albelo en su aria “A Te o Cara”, respondió la soprano Elena Mosuc  con un  canto lleno de arabescos ya desde la polaca “Son vergin vezzosa”.   A  la belleza tímbrica de la voz del tenor canario, a esa  facilidad  suya  en cantar en  tesitura alta  y en la  extrema, contestó la soprano rumana con un acentuado sentido dramático y un efectismo teatral admirable, sobre todo en su “escena de la locura”. Ambos no cesaron de ofrecer un amplio abanico de lo que significa belcanto, de ese canto de fina coloratura, soportada en una técnica envidiable. Si la voz de Albelo  se proyectaba con claridad y la palabra nos llegaba a través de un bello fraseo, la voz de Elena Mosuc   ofrecía una rica y variada pirotecnia vocal en la que no faltaron  filados imperceptibles y un complicado canto di sbalzo. Tal vez el equilibrio entre ambos se rompiera en el aspecto dramático, pues mientras Celso Albelo  no llegaba a caracterizar correctamente el papel de Arturo, pareciéndose  más al atolondrado  Nemorino,  que al noble  lord Arturo Talbot, ella, la soprano, se mostró en todo momento inmersa en su papel, enseñando un canto muy expresivo. En una escala algo inferior, pero únicamente a causa de la altura artística del binomio mencionado,  cabría citar al barítono Gabriele Viviani. En su presentación en Bilbao se mostró como  un  barítono lirico, de voz con un timbre agradable y sobre todo, cómoda en las notas altas, aunque adoleciera de volumen. Constituyó un tercer pilar importante en la consecución del éxito de la representación. Del bajo Simón Orfila habría que comentar  su lejanía del terreno belcantístico. Se preocupó de enseñar la potencia vocal más que de cantar con dulzura y no alcanzó corregir la brusquedad en algunas notas que emitía demasiado abiertas y altisonantes. Gustó el cálido  color vocal de la mezzo Giovanna Lanza y siempre es destacable la profesionalidad  de las segundas partes de Fernando Latorre y Alberto Nuñez. Resultó  excelente la dirección del maestro Pérez Sierra al mando de la Sinfónica de Navarra  dejando cantar con amplio  y laxo tempo a los protagonistas. Para finalizar y en cuanto a la producción, hoy día va siendo en vano comentar acerca de las fantasías de un montaje que  llevó tanto  a los Cronwelistas  como a los Estuardos  a una guerra moderna en un campamento inglés, que vistió al coro femenino como monjas y a la protagonista como una enfermera que no dejaba de subir y bajar por una incómoda escalera de caracol.
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RUMBO AL DIVISMO del tenor Celso Albelo

Recital de Canto. Solista: Celso Albelo (t);y Virginia Wagner   (S); Juan Francisco Parra (piano). Obras de Donizetti, Verdi, Massenet, Chapí, Penella,Sorozabal etc. Teatro Gayarre Pamplona 28-II-13
El tenor canario Celso Albelo está logrando con sobrados méritos y a marchas forzadas encaramarse en lo alto de la cima del canto. Se podría debatir sobre el volumen y la potencia de su voz, pero la belleza de su color vocal, la delicadeza de su canto o la técnica que posee no admiten discusión. Es tal el dominio  y control con el que se exhibe, tan atractiva su  exquisita sensibilidad  y  tan llamativo el fino arte con el que se explaya al cantar, que le  sitúan en lo más alto del canto. Es un artista porque se divierte con lo que hace, porque juega con su voz como desea, porque le da lo mismo  apianar a media voz, que filar de manera imperceptible o que abordar con seguridad y rotundidad un precioso y preciso Do de pecho. Cantar junto a él como sucedió con la soprano Virginia Wagner, significa cantar con el hándicap de hacerlo  a sabiendas que un maremoto te va a engullir. El maremoto lleno de arte, con el peso que supone ser comparado con el maestro y paisano Kraus, tiene también nombre canario, Celso Albelo.

(5) Temporada de Opera de Bilbao 2011/2012 «L´Elisir D´Amore»

   

El tenor Celso Albelo seguramente es más conocido en Italia que en España. No en vano en el pais transalpino ha cantado en muchos de sus importantes teatros y todavía su carrera no se ha desarrollado en su tierra natal. En realidad, salvo en Tenerife de donde es natural, Las Palmas, Oviedo, La Coruña y Madrid ignoramos en qué cudad más ha cantado en España. Es un tenor ligero de precioso timbre de voz, su color se mantiene en todos los registros y en en el agudo tiene una gran brillantez. De su facilidad nos da muestra el que en Noviembre cantara el rol de Elvino en «La Sonambula» de Bellini en Londres. En Bilbao debutará como Nemorino de «L´Elisir ´Amore» de Donizetti en el mes d Febrero del 2012.

A su lado estará Mariola Cantarero,a la que hace poco le escuchamos en el Teatro Arriaga cantando simpáticas tonadillas y con anterioridad el papel de Adalgisa en una «Norma» que rememoraba el original con dos sopranos.

Bruno de Simone actuó en Bilbao hace muchos años, en los comienzos de su carrera y su recuerdo apenas nos es perceptible. Pero el bajo bufo napolitano ha logrado una carrera consolidada en el género cómico y los papeles de Bartolo, Dulcamara, Basilio, Don Magnifico y Don Pasquale son roles que todos los teatros requieren su presencia para que los interprete.

En el mes de Noviembre del año 21010 el barítono Luca Salsi agradó sobremanera al público bilbaíno por el papel de Seid que cantó en aquel su debut. Consecuencia de aquella excelente presentación, la ABAo le ha contratado para cantar el grato papel de Belcore antes de trasladarse a Nápoles a cantar el Marcelo de «La Boheme» .

El pequeño papel de Gianetta lo cubrirá la soprano Itziar de Unda, una artista local que completará un cartel joven y prometedora. La Orquesta Sinfónica de Euskadi que abrió la temporada ocupará de nuevo el foso del Palacio Euskalduna en una producción que lleva la firma del Teatre del Liceu, con dirección de escena de  Mario Gas y musicalmente dirigida por Jose Miguel Perez Sierra un directo de treinta años auténtica figura ya de la dirección lírica. Los que conformarán los habitantes del pueblo y paisanos de Adina y de Nemorino serán los componentes del Coro de la Opera de Bilbao.