Una equilibrada sonoridad por parte de la Sociedad Coral bilbaína y la buena musicalidad de la Sinfónica de Bilbao bajo la impecable batuta del maestro Neuhold inició con majestuosidad el ciclo Musika-Música de este año. En los atriles de los miembros de l orquesta, la hermosa partitura de Coral de Beethoven. Tras el adagio primero, con la destacada participación de los trompetas y timbales, seguida de la graciosa fuga del segundo movimiento y la serenidad trasmitida por las cuerdas en el tercero, los contrabajos aviaron con gravedad la entrada al culmen coral de la obra. El maestro Neuhold que en todo momento daba muestras fehacientes del su conocimiento de la obra al dirigir sin partitura, hizo levantarse al coro para interpretar la parte cantada con solemnidad Con gesto claro, dirigió al nutrido grupo coral de modo irreprochable y de manera también impoluta la coral bilbaína sentó las bases garantes del éxito. De entre los solistas destacó la voz de la soprano Daniela Koler, muy sonora, así como también gustó la recia del barítono López al irrumpir con autoridad en la entrada a la oda de la libertad de Schiller. A partir de ahí la magnificencia, la armonía entre instrumentos y voces. Un comienzo digno con el que el público llenó el Auditorio dando la salida a un ciclo musical que va siendo multitudinario.
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