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CONCIERTO A MEDIDA para la Sociedad Coral

“Carmina Burana” de C.Orff. Coral de Bilbao y Orquesta Musikene. Solistas: Elena Barbé (s); Ariel Cruz (f); Jose Manuel Diaz (bar). Teatro Arriaga 24-II-13
En primer lugar la concentración que mostraron los jóvenes instrumentistas de Musikene, el ánimo con el que abordaron la obra de Carl Orff y luego la satisfacción final por una labor bien realizada con la brillante colaboración de la Coral de Bilbao, caracterizó el concierto del Arriaga. El aplomo y la seguridad e la Coral en una obra que desde hace tiempo exhibe como una de sus banderas interpretativas hizo solemne una obra siempre llamativa. La preparación y disciplina de la joven orquesta bajo el mando del maestro Jesús Echeverría  evidenció claramente la valía de una agrupación llamada a más logros. Nos gustó mucho la firme  y segura voz del barítono José Manuel Díaz, muy bien y limpio en el tenso registro alto que contiene su parte. Nos gustó también la finura en el canto de la soprano Elena Barbé, aunque  a veces pecara de exceso en el canto pianísimo. La p articipación del falsetista Ariel Cruz fue escasa ya que se le privó de varias intervenciones al ser también una versión reducida de la obra y que en principio es una parte escrita para tenor que pueda abordar notas altas extremas. Un concierto a medida de la Coral y visto el resultado, también de la joven orquesta.
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Orfeón Donostiarra: Petite Messe Solennelle

Petite Messe Solennelle de G.Rossini. Intérpretes: Elena Barbé (s); Ainhoa Zubillaga (m); Jose Luis Sola (t); Jesús G.Aréjula (bar). Gerardo Rifón (´organo); Patxi Azpiri (piano), Orfeón Donostiarra. Dirección  J.A. Sainz Alfaro. Teatro Arriaga. 28-V-11

En la pequeña misa de Rossini, hasta el “Gloria”, el  Orfeón Donostiarra susurró quedamente. Luego,  el tenor Jose Luis Sola cantó su “Domine Deo” con su elegante voz, con esa voz cuyo fino timbre se adentra sin estorbos en el registro alto.  Llegó el preciso dúo “Qui Tollis” entre soprano y mezzo y la cristalina voz de Elena Barbé se amalgamó con la cálida de Ainhoa Zubillaga y hasta Jesús G.Aréjula tuvo sus solos bien ejecutados. Peo todo quedó supeditado al “Agnus Dei” de la mezzo, una página magistral en la que el coro exhibió su versatilidad, su conjunción y su delicadeza en mostrar un bello pianíssmo casi imperceptible. El maestro Sainz Alfaro mostró con su abandonado gesto la seguridad que tiene en su conjunto y sólo cuando percibía algo más delicado complicado para dirigir, se erguía y gesticulaba con más claridad