Concierto de Navidad. Solistas: José Antonio Urdiain (T); Patricia Sesar (S); Julen García (Bar); Markel Elorza (Mandolina); Itziar Berredo (Piano); Raquel Marcos (Piano); Jon Thate (Flauta). Filarmónica de Bilbao 23-XII-22

Tras la dura pandemia del Covid 19, reapareció ante su público el tenor José Antonio Urdiain. Se le echaba de menos, porque, hacía ya tiempo que su recital anual iniciaba tácitamente la festividad musical de la Navidad. Ya no comparece él solo, en esta ocasión compartió el escenario de la Filarmónica una soprano (Patricia Sesar), dos pianistas (Itziar Barredo y Raquel Marcos) un barítono (Julen García), un solista de la mandolina (Markel Elorza) y un flautista (Jon Thate). En adelante nos tendremos que preguntar si el evento irá hacia derroteros comunitarios como en esta ocasión, o hacia algo más personal, pues el tiempo se amplía demasiado y no todo invitado es válido. Urdiain, se lució en aquello que le gusta y se siente cómodo como por ejemplo la napolitana “Vorrei Morir” que la finalizó con una nota bien filada y sostenida o “El lamento de Federico” de Cilea cantada con sentimiento. La voz le suena bien al tenor vizcaíno y no se amilanó en atacar alguna que otra nota alta, lo mismo que la soprano Patricia Sesar cuya voz cambia de color y brilla al abordar con gran seguridad los sobreagudos. Sin embargo, no vimos la necesidad de la invitación a cantar tanto al joven e inexperto Julen García como a Markel Elorza cuya mandolina no se aprovechó debidamente. La pianista Itziar Barredo, arregló algún que otro desaguisado y condujo con su experta destreza en teclado a más de uno. En cuanto a la presencia de la otra pianista, Raquel Marcos, fue una agradable sorpresa y acompañó al flautista Jon Thate con atención máxima en la complicada obra del rumano George Enescu.
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