“AS ONE” ópera de Laura Kaminsky, Solistas: Inés Olabarría Smith (M); Enrique Sánchez Ramos (Bar). Cuarteto de Cuerda Bauhaus. Dirección de Escena: Marta Eguilior. Dirección Musical: Carlos Calvo Tapia. Bilbao. Teatro Arriaga 18-III-21

Con el mismo reparto artístico que tuvo lugar en Madrid a cargo del Teatro Español, se presentaba en Bilbao la primera ópera de tema transgénero compuesta por la norteamericana Laura Kaminsky. Dos voces, la del barítono Sánchez Ramos que nos muestra la adolescente Hannah y la de la mezzo Inés Olabarría que caracteriza a la Hannah adulta, nos llevaron a relatar los sentimientos, las complicaciones y los deseos de un ser que descubre que es transgénero a través de esas dos voces diferentes.
Bajo el soporte de la música ejecutada por el cuarteto de cuerdas Bauhaus dirigido por Carlos Calvo, la representación resultó interesante. La obra la definiríamos como “ópera teatral”, teniendo como base una música recogida en números aislados, con grandes saltos para la voz y recitado más que cantado. El argumento no inspira compasión como podría suponer y nos pareció que buscaba más la comprensión humana. Enmarcada en un escenario oscuro, con un juego le luces apropiado y un movimiento escénico continuo, la labor de la bilbaína Marta Eguilior sirvió para entretenimiento de un tema al que es necesario dar una buena dosis de teatralidad además de la inherente narración por parte de los cantantes.
Los dos artistas intervinientes se centraron en sus personajes y mostraron con fidelidad las directrices de la regista sin desmayo y una total desinhibición por parte sobre todo de Inés Olabaría. Por todo ello, se puede decir que Marta Eguilior sacó todo el provecho posible a una obra parca y simple en cuanto a la escena requerida o precisa de la obra. Con respecto a la mezzo bilbaína, no sólo mostró sus aptitudes como actriz, sino que se lució con la potencia de su voz en un rol que conlleva esa exigencia. Cantó con voz corpórea, brillando en unas notas preciosas graves y sosteniendo un canto exigente y buena prueba de resistencia. En cuanto al barítono de Aranjuez, Enrique Sánchez, brindó una completa actuación y su canto agradó gracias a su voz lírica, sin mácula en las notas altas y no exenta de ricos armónicos. Un mérito añadido de los dos solistas es que lograron llenar completamente la escena. El maestro Carlos Calvo dirigió en todo momento sentado, sin apenas gestos, atendiendo con precisión tanto a las voces como a los cuatro instrumentistas del conjunto Bauhaus.
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