
Hacía tiempo que no escuchábamos al tenor Xabier Anduaga. Dos pequeñas participaciones en el 2015 y en el 2018 eran nuestro bagaje auditivo en directo sobre aquella voz ligera. Su andadura internacional desde entonces, ha creado unas grandes expectativas y la verdad es que el cambio artístico ha sido radical. El timbre vocal del tenor guipuzcoano ya no es tan ligero y se acerca al del lírico con el cuerpo y la brillantez de esta tipología vocal. Su canto es fácil, cómodo en la tesitura alta y sus agudos bien sostenidos y brillantes. La técnica que posee le permitió utilizar con efectismo la media voz, así como tenues filados y enseñó además un buen fiato. En resumen, todo para triunfar. En Donizzeti interpretó maravillosamente el aria de los nueve DO de La Fille du Regiment , “AH, mes Amis”, mostrando una absoluta seguridad. Sin embargo, ese empeño o generosidad suya en empezar un concierto con un aria muy difícil como es “Cessate di piú resistere” del Barbero de Sevilla de Rossini, que no siempre se canta por su dificultad, al final le pasó factura. Al artista donostiarra le gusta cantar al compositor de Pésaro, pero como él mismo sabe, esta aria requiere una agilidad vocal extrema de la que él carece. De ahí que sus rápidas notas las cantara sin limpieza. Así mismo, en varias ocasiones, nos pareció que acudía más de lo normal a la media voz y esta licencia hizo que su versión de la napolitana “O Sole Mio” resultara sin pasión ni corazón. Incluso percibimos que había bajado una pizca la tonalidad original, lo mismo que hizo cuando interpretó “Granada”. Gracias al brillante arropamiento orquestal bajo la excelente batuta de Robert Treviño, ambas canciones citadas pasaron de largo y volvimos a disfrutar con la nana vasca “Haurtxo Polita” que la cantó magistralmente, o sea, con hondo sentimiento y delicadeza. Quedémonos con el Xabier Anduaga de bella voz, con el artista de fácil y bien proyectada emisión vocal, con un artista al que por su calidad artística es fácil augurarle grandes éxitos.
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