Musika-Música. Solista: Miren Urbieta (S); Roger Padullés (T). Rubén Fernández Aguirre (piano). Obras de Fauré, Familia Boulanger, Piazzola,Gershwin, Bernstein. Palacio Euskalduna 8-III-20-
La profesora en cuestión, es Nadia Boulanger, nieta, hija y hermana de compositores y una de las pedagogas musicales más importantes de la historia. En torno a ella giró el programa en el que el pianista Rubén Fernández acompañó a los cantantes Miren Urbieta y Roger Padullés. La soprano guipuzcoana comenzó cantando “Bonjour mon coeur” con gran expresividad y claro fraseo. Ambas características, son dos de las virtudes que ofrece el canto de Miren Urbieta y al ir ambas en comunión es lógico que con la modulación vocal, venga la requerida expresión. Entre las otras virtudes que demostraría luego la soprano, ya conocíamos la belleza de su timbre de voz, su volumen y sonoridad y sobre todo, su perfecta proyección, con lo que en su canto no hay una sola nota sin brillo. Llevamos tiempo afirmando que la voz de Miren Urbieta se halla en la cima del estrellato de los cantantes vascos. Respecto al programa, contuvo canciones de juventud de Nadia Boulanger que también compartió el tenor Roger Padullés.
Respecto al tenor catalán, podríamos decir que es un artista de cámara, un intérprete de lieder, pues enseñó una voz aunque audible, no voluminosa ni potente. Nos dio la impresión de que su canto adquiría un color nasal, por su método un tanto extraño de proyectar la voz, pues emitía sin apenas apertura bucal. Mostró mucho gusto y ciertamente sus intervenciones fueron muy correctas, sobre todo al interpretar “Cantique”, una hermosa plegaria a la Virgen, cantada por él con gran sentimiento a media voz ,aunque pecara de acudir al falsete. A continuación, el programa discurrió con canciones de algunos compositores que fueron alumnos de Nadia Boulanger o estudiaron con ella. Fue el caso de Astor Piazzola y su composición “Yo soy María” cantada con gracia por Miren Urbieta. Estuvo también representado George Gershwin con una pieza interpretada con elegancia y finura en inglés por Padullés.
Para finalizar,ambos artistas hasta semi escenificaron el “Tonight” de West Side Story, recorriendo el tenor la sala desde atrás para encontrarse con la soprano y sentarse delante del piano. Un piano cuyas teclas sonaron obedientes al buen acompañamiento y destreza de Rubén Fernández Aguirre.
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