Musika-Música-Solistas: Ainhoa Zubillaga (M); Francisco Poyato (piano). >Obras de Fauré, Duparc, Chausson, Hnn y Debussy. Bibao 6-III-20
En un programa en el que, salvo el impresionista Debussy, las canciones se centraban en el más puro romanticismo, la voz de la soprano tenía ciertas dificultades en ser bien emitida. Ella misma nos había anunciado su estado aún convaleciente tras sufrir un proceso gripal. A pesar de ello y gracias a su arte, pudo expresar la profundidad que contenían unas canciones a modo de lieder, es decir, canciones de claro y sentido recitado. Sin embargo, ese canto recitado, calmo y bien fraseado, se topaba con la dificultad de una correcta emisión a media voz. Únicamente en aquellas piezas en las que se requería volumen o sea, mayor exigencia vocal, la mezzo lograba emitir las notas con plenitud.
A pesar de la profesionalidad de Ainhoa Zubillaga en esta ocasión estuvo lejos de mostrar su cálida voz, una voz aterciopelada, llena en los graves y con el preciso brillo en todas las notas. Además, no se tomó ningún respiro y cantó sin pausa hasta el final, lo que suponemos le supuso un cansancio que hizo que finalmente la voz le hiciera un guiño, rápidamente corregido por la artista. El acompañante al piano Francisco Poyato, la llevó entre sedas, con la elegancia requerida en este tipo de canto, luciéndose incluso en el cromatismo impresionista de Debussy con ágil teclado y limpia digitación. A Ainhoa Zubillaga la recordaremos como una artista a la que admiramos en su actuación en el foyer del Teatro Arriaga y en la Cantata Alexander Nevsky en el Auditorio del Euskalduna el año pasado.
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