La Pasión según San Juan de Bach. Reparto: Joshua Ellicot (T); Berit Norbakken (S);Robert Murray (T); Jonathan Mac Govrn (B); James Wewby (BAR); Coro de la Opera de Bilbao y Orquesta Sinfónica de Bilbao. Dirección de Escena: Calixto Bieito. Dirección Musical: Erik Nielsen.Teatro Ariaga 13-IV-18.
Menos familiar y de menor duración que la Pasión según San Mateo, ésta otra de San Juan resulta más humana y con más énfasis en el amor. Los recitativos y coros llevarán el peso de la narración del Evangelio, la cual se ve entrecortada por las arias de los solistas y del coro, que son en realidad quienes marcan el ritmo de la obra. La escenografía realizada por Aida Leonor Guardia, no era novedad ya que lo hemos presenciado en otras ocasiones y en otras obras dirigidas por Calixto Bieito con estructura parecida. En esta ocasión se nos presentaba una especie de hall de teatro o recinto de cámara, con el fin de beneficiar sin duda la sonoridad. Al mando de la Sinfónica de Bilbao ocupó el podio principal su titular Erik Nielsen quien además, estuvo en todo momento sentado al clave mientras dirigía muy centrado. En él confluyeron las miradas de las voces del coro bilbaíno ya directamente, ya por medio de televisores. En el capítulo del canto, subrayemos en primer lugar la gran aportación del Coro de Ópera de Bilbao, del que es justo comentar su gran efecto inicial causado al cantar “Herr unser Herrscher (Señor Señor, tu gloria reina en todos los pueblos) Del coro no sólo habría que subrayar la conjunción general, sino su teatralidad, su entrega a la acción y su brillantez sonora. Tanto en el movimiento escénico y en la mímica teatral del coro es justo aplaudir la labor de Bieito. La obra gozó además de un reparto muy solvente, con el agradable color de voz del narrador Joshua Ellicot, quien enseñó un canto lleno de matices, inflexiones y dominio de la media voz, además de guardar bien los tempi y los silencios.. La desinhibición escénica vino de la soprano Berit Norbaken y su lucimiento canoro en su hermoso canto final en adagio “Zerfkiebe mein Herze” (En honor del Altísimo). Lucimiento final que también le llegó al falsetista Carlos Mena en el bello “Es ist volbracht” (Todo se ha consumado) cantado con absoluta limpieza en la agilidad que requiere. Tanto el tenor Robert Murray, como el barítono James Newby que encarnó a Jesús, como el barítono-Bajo Jonathan MacGovern dieron realce y credibilidad a la acción y compartieron el mérito de una hermosa interpretación en unión de una BOS que derrochó finura y obediencia al maestro Nilsen.
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