Musika-Música. “The English Songbook” . Solistas: Christofer Robertson (BAR); Rubén Fernandez Aguirre (PIANO). Obras de Augham Williams y Peter Warlock. Palacio Euskalduna 3-III-18.
Con el título de “The English Songbooks” se alude al libro que contiene una colección de canciones compuestas por varios músicos en aquella Inglaterra de finales del XIX. Ocurrió que la población inglesa creció sobremanera en ese citado fin de siglo, con lo que aumentó también la afición a la poesía y al piano. Una época en la que se empezó a fijarse en temas populares y llegar finalmente a la compilación de estas canciones. Es fácil adivinar el estilo de muchas de ellas, unas canciones que se solían interpretar al calor de una chimenea. El intérprete de algunas de estas canciones, concretamente de Vaugham Williams y de Peter Warlock, fue el barítono Christofer Robertson. Para una voz grande como la suya, es decir, voluminosa y amplia, es más fácil cantar a plena voz que apianando o a media voz. Se nota aún mucho más en una sala de cámara e incluso las canciones llegan a disfrazarse de un estilo no requerido. No en todas se impone la rotundidad, no en todas hay que cumplir con exigencias de potencia. Nos pareció que el cantante prefirió ser generoso vocalmente, o sea, a enseñar su hermosa y poderosa voz en todo momento. La consecuencia es que apenas hubo modulación, apenas acudió a la media voz, dando la impresión de avasallar la elegancia. Christofer Robertson nos pareció que cantó con sentimiento, entregado y generoso en el esfuerzo y cantó con una voz extensa y estentórea, pero por el contrario, descuidó la moderación y la matización. Esto último vino del teclado de Rubén Fernández Aguirre, quien sí cuidó del matiz y apuntó el estilo preciso de las canciones para abordarlas según las características de cada una de ellas. A la amplitud y sonoridad de la voz del barítono, se contrapuso la precisa compañía del pianista.
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