GERNIKA de F.Escudero. Solistas: Carmen Solís (S); Federico Gallar (Bar); Gustavo Peña (T); Fernando Latorre (Bar); Miguel AngelAriAS (BaR-B). Sociedad Coral de Bilbao y Orquesta Sinfónica de Euskadi. Dirección Musical: José Ramón Encinar. P.Euskalduna Bilbao 26-IV-17.

Tras los graves acordes del inicio del “Pájaro de Fuego” de Strawinsky y tras su unísono y estruendoso gran final, la Sinfónica de Euskadi al mando del maestro José Ramón Encinar emprendió a continuación la interpretación del “Gernika”. Se cumplían los ochenta años del bombardeo de la población vizcaína y treinta años desde que se inauguró la obra en el Teatro Arriaga en 1987. En ella, el músico de Zarauz entremezcló una historia de amor con la idiosincrasia del pueblo vasco. Para ello, personificó a Gernika con la voz de la soprano y a Gogor con su enamorado, mientras que al barítono Federico Gallar y al Bajo-Baritono Miguel Angel Arias cubrían roles de atacantes y Fernando Latorre intervenía como abuelo. La soprano Carmen Solís hablaba sobre sí misma como Gernika con su ancha voz lírica y de evidente volumen y en cuya persona recae el mayor peso de la obra que ella resolvió con creces. Al tenor Gustavo Peña se le apreció su gusto, aunque en cuanto su voz accedía a alguna nota de la zona media-alta, le cambiaba de color y fimeza. Nos gustó la reciedumbrel y la adecuación vocal a su papel de Federico Gallar y gustó más aún la del Barítono-Bajo Migel Angel Arias quien constituyó una agradable sorpresa vocal. El maestro Escudero no concedió un gran protagonismo al coro, por lo que la Coral bilbaína se limitó a responder el diálogo de los solistas, aunque también contó con un momento de lucimiento. En efecto se trataba de la especia de plegaria “Pais Vasco nuestro, siempre libre” que nos hacía recordar al “Aita Guría” del P.Madina por su estructura de canto piano y dulce melodía de rezo. Una magnífica descripción del bombardeo a base de gran percusión y la limpieza de las fanfarrias en las entradas musicales de los atacantes fueron dos ejemplos de la claridad y precisión con que el maestro José Ramón Encinar obtuvo fruto de una excelente versión orquestal.
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