Coral de Cámara Salzburgo Mozartteum. Obras de Mendelssohn, Bruckner, Mahler , Verdi y Busto. Iglesia de la Encarnación.Bilbao 25-III-13
Cantar fuerte no es difícil, cantar a media voz es difícil y cantar pianísimo es muy difícil. Cantar a capella, o sea, sin acompañamiento instrumental y además pianíssimo es algo reservado para conjuntos corales de gran calidad y dominio de lo que se canta. Lo demostró así el coro de Cámara de Salzburgo cuyos miembros se escudan en la bandera de la Universidad cuando en realidad son auténticos profesionales. No es normal un canto tan dulce, tan conjuntado, tan afinado y unas voces de tan bello color. Las cinco sopranos del conjunto brillaban cada una por separado e incluso una de ellas alardeó de extensión al cantar por encima de sus compañeras en un registro muy agudo. Las jóvenes y frescas voces salzburguesas se colocaban continuamente en lugares diferentes para buscar la perfecta conjunción sonora, Para ello, no hizo falta la intervención del director Herbert Brock, todos sabían su cometido a la perfección. En cuanto al maestro Brock tan sólo tenía que apuntar un par de notas para que cada uno supiera con precisión el tono para cantar su parte. Un alarde de dulzura, de afinación y gusto.
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