Musika-Música. Requiem de Fauré. Solistas: Sylvie Wermeille (s); Fabrice Hayos (bar). Ensemble vocal Lausanne y Orquesta Sinfonía de Varsovia.Director: Michel Corboz. Palacio Euskalduna 1-III-13
Que el bello Requiem de Fauré tenga un carácter intimista no quiere decir que también se deba interpretar con un excesivo color a pastel o de un modo demasiado plano. Es lo que nos pareció este Requiem dirigido por el maestro Corboz. Resulta hasta lógico que resultara así porque en un coro compuesto por una treintena de voces la tendencia en el canto es hacia lo suave y delicado .Además, un coro va evolucionando y es normal que cambien las voces con lo que la calidad del conjunto también varía. En cambio los músicos polacos continúan manteniendo el nivel de exquisitez que han demostrado en anteriores comparecencias y además, la compañía del órgano que atesora el Euskalduna ha servido para reforzar el color sacro de la melodía. Si los solistas hubieran mostrado cierta calidad vocal, la obra hubiera salido ganando muchos enteros, pero en la versión que nos ocupa no se ha cuidado ese aspecto y tanto la aniñada voz de la souberette Sylvie Wermeille, como la muy limitada del barítono Fabrice Hayoz, no ayudaron a que la interpretación en general alcanzara el nivel esperado.
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