La Pasión según San Marcos de Bach. BAS. Bilbao 700. Conductus Ensemble. Solistas: Christian Zenker (T); Manfred Bittner (B.-BAR); Jone Martinez (S); Lucía Gómez (M); Gabriel Diaz (Falsetista); Ariel Hernández (T); Jsesús García Aréjula (B); Dirección Musical : Andoni Sierra. Iglesia de la Encarnación 15-IV-19.
Se cerró el Bilbao Arte Sacro con gloria. El mérito de una agrupación musical, el Conductus Ensemble, formado por jóvenes voces, alguno de los cuales nació con la agrupación creada por Andoni Sierra en el 2002. Si en ella se hallan también aficionados, en esta interpretación de la Pasón según San Marcos, no se notó. Si la partitura autógrafa está perdida, la versión que se escuchó en la iglesia de la Encarnación dio muestras de que está bien sabida y aprendida por esta agrupación donostiarra que sobrevive gracias a los esfuerzos de la gente aficionada. Dejando a un lado a las voces frescas del coro, la interpretación de la obra se centró en el tenor Christian Zenker, cuya labor recitada fue envidiable por su claro fraseo e intencionalidad. El tenor alemán mostró que es un especialista de Bach y con una voz de bello color de timbre casi lírico, se erigió en un requerido “Evangelista”, el cual va narrando los hechos de la Pasión. El gusto y moderación que mostró el tenor, chocó con la altisonancia y descuido en la intensidad vocal del Bajo-Barítono Manfred Bittner. A nuestro entender, no supo modular y controlar la voz y en todo momento pareció en “Jesús” enfadado. Derrochó poderío vocal, pero inadecuadamente y su canto estuvo lejos de la dulzura lineal. En esta primera parte, llegó la intervención de la mezzo ligera Lucía Gómez de voz semejante a una soprano ligera y a continuación la de la soprano Jone Martinez, muy segura en su primera intervención y con voz flexible y grata sonoridad en su segunda de sus dos arias. También cantó dos arias el tenor Ariel Hernández, artista cubano que ha colaborado con la Capilla Real de Madrid y cuyas intervenciones se ajustaron a la partitura en modo y musicalidad. La única participación en la obra concerniente al falsetista Gabriel Díaz, resultó muy correcta, como también fueron de relieve las del bajo García Aréjula que cantó con mesura y gusto. Felicitemos al joven director Andoni Sierra no sólo por el meritorio resultado de llevar a cabo con músicos y cantantes jóvenes una obra magnífica, sino por la claridad gestual en sus órdenes y el aroma sacro que imprimió a la Pasión de San Marcos. Una felicitación que es justo ampliemos al concertino por sus delicados acompañamientos al Bajo García Aréjula (Petrus) en la primera parte y al tenor Ariel Hernández en la segunda mitad.
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