Recital de Canto. Solista : Philippe Jaroussky (Falsetista). Ensemble Artaserse. Obras de Francesco Cavalli. Teatro Arriaga.Bilbao.9-IV-19.
Tras investigar y estudiar los manuscritos de muchas de las óperas de Francesco Cavalli, compareció en el bilbaíno Teatro Arriaga el falsetista francés Philippe Jaroussky. Como sucede con todo gran artista, la compañía instrumental, en este caso la Ensemble Artaserse, no podía situarse más que en lo más alto del escalafón cualitativo. No en vano el artista francés formó el conjunto con varios amigos que dominaban instrumentos de época como la tiorba, violas de gamba, flautas de madera etc., y nos ofreció el dulce sonido lastimoso de la Venecia del XVII. Escuchamos una conjunción perfecta, una unión sin mácula entre la voz y el melancólico color de violines, viola y las dos flautas de madera. La voz de Jaroussky equivalente a la voz de alto de los castrati, o sea, a la voz de mezzo, reflejó con su bello color el lamento veneciano. Su canto a media voz, en “pianissimo” resultó angelical, sus notas, filadas hasta lo imperceptible, viajaban a través de su interminable fiato. Jarousski se explayó en ataques afinados, con un fraseo muy intencionado y una exquisita musicalidad. Los recitativos contenían armonía, brillaban por sí solos con delicadeza, y las arias transmitían a su vez la gran sensibilidad del intérprete. Por ello, no resulta extraño que nos llamara tanto la atención e incluso que nos conmoviera este artista, un cantante que domina al máximo la técnica vocal y que emite la voz en falsete con tanta dulzura. Lo bello da igual quién lo proporcione porque siempre nos gustará. Es complicado encontrar tanta sensibilidad y concentración en un conjunto musical, pero era evidente la compenetración existente entre los músicos y la voz de Jaroussky. Es complicado interpretar con tanta emotividad el dolor del príncipe Idraspe en la ópera Erismena “Uscitemi dal Cor” como lo hizo él o plasmar la belleza melódica de pausado ritmo en la propina que ofreció con el madrigal “ Si dolce é il tormento” de Monteverdi . En fin, gustará más o menos el timbre vocal de un falsetista, se preferirá la voz natural ya sea de tenor o de soprano, pero los que llenamos el teatro disfrutamos del arte del canto magistralmente ejecutado..
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