Dido y Eneas de H.Purcell. Solistas: Nerea Berraondo (M); Miren Gaztañaga (Actriz); León de Guardi (Bar); Adrián García de ls Ojos (Actor); NaRoa Inchausti (S);Lucia Astigarraga (Actriz). Ana Sagastizabal; Ainhoa Zuazua; Alicia Manceras; Jose Manuel Díaz; Joseba Apaolaza; Idoia Merodio; Itziar Lazcano (Actriz), Coro y Orquesta Propitia Sydera. Dirección de Escena; Barbora Horakova. Dirección MUsicaL; Petros Bakalakos. Teatro Arriaga.Bilbao 3-V-19.
En la producción de la ópera barroca Dido y Eneas de Henry Purcell, nos pareció que Barbora Horokava intentó plasmar por medios simbólicos el subconsciente y el mundo de los sueños. Utilizó recursos como: animación de lo inanimado, elementos incongruentes, evocación del caos, figurantes con espasmos y en un erotismo burdo trató el sexo de forma grosera. En este singular montaje a la música de Purcell con su letra original en inglés de Nahum Tate, se añadió el texto de Christopher Marlowe en euskera. Esto nos llevó a un desdoblamiento de los personajes en aquel que canta y en el que actúa, que no evitó la confusión. En el escenario, a modo de cabaret, que sirvió para ubicar Cartago, se escuchó además de música disco de los años setenta como la creada por Donna Summer “I Love you Baby” también algo de “bacalao”. Por ello, a la ópera de Purcell le faltó continuidad musical y tras sus números cercenados sin sus segundas estrofas, la bella música barroca hubo de atenerse a una paciente espera supeditada al texto de Marlowe. La primacía teatral se evidenció también en la colocación de la excelente orquesta Propitia Sydera en un rincón al fondo del escenario y con el maestro Petros Bakalakos de espaldas al cantante. Sin embargo, no todo resultó tan surrealista y confuso. Nos referimos al encomiable trabajo general, tanto de los actores, como de los solistas y del coro. Resaltemos la completa actuación teatral de Miren Gaztañaga como Dido y en el campo canoro destaquemos la bella voz de la mezzo Nerea Berraondo, la cual ofreció un “lamento” final “Cuando yazca bajo la tierra” verdaderamente emotivo, precedido del recitativo que sirve de introducción preparatoria a su muerte. Nos gustó también el coro tan musical y cohesionado, pues no en vano, aunque corto en número, su composición la conformaban nombres profesionales de nivel como la soprano Naroa Inchausti, el barítono José Manuel Diaz, la soprano Ana Sagstizábal o la también soprano Ainhoa Zuazua entre otros. Muestra inequívoca del trabajo concienzudo tanto en lo vocal como en lo actoral es que no existió una batuta al frente, todos sabían perfectamente su discurso y gracias a ese ímprobo trabajo, las dos horas de surrealismo se nos hicieron llevaderas.
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