“La Corte de Faraón” de Vicente Lleó. Reparto: Carmen Romeu (s); Itxaro Mentxaka (m); Manel Esteve (t); Néstor Losán (t); Asier Sanchez (bar); Enrique Viana (actor).Coro Rossini y Orquesta BIOS. Dirección Escena : Emilio Sagi. Dirección Musical: Carlos Aragón. Teatro Arriaga 11-XII-15
Una gran máscara de un Tutankamón que se transparentaba, ideada por Daniel Blanco, dejaba luego ver las cámaras doradas, el vestuario rutilante y los torsos desnudos de actores y figurantes en el imaginario mundo egipcio. En el trajín teatral impuesto por Emilio Sagi, no sólo a los solistas, sino a todo el que aparecía en la escena, se evidenció un trabajo que ante todo divirtió a ellos mismo antes que al público. En realidad no se trata de una zarzuela clásica en la que prima el canto, sino que predominan las situaciones acompañadas de un juego de palabras y ademanes a veces vulgares y siempre picantes o eróticos. Esta Corte de Faraón que se ha vuelto a presenciar en el Arriaga trascurridos ya tres años desde su presentación, cabalga de nuevo entre la astracanada y el cuplé en los que lo importante es divertirse y sonreir. De ahí que demos una importancia menor a la voz cantante que a la acción teatral en la que la experta mano de Sagi se hizo notar con claridad. La diversión en la escena se unió a la algarabía y es lo que en su día se conoció como “moda sicalítica” en el teatro español, muy de moda por su casticismo, erotismo controlado y muy cercano al teatro de variedades. De ahí que en el ámbito canoro, sin embargo señalemos la grata presencia de la soprano Romeu, citemos el perfecto trabajo de la mezzo Itxaro Mentxaka y del buen acompañamiento escénico tanto de Manel Esteve, como de Néstor Losán, Asier Sanchez y Alberto Nuñez. En sintonía el trabajo musical del maestro Carlos Aragón y cómplice total del intervencionismo exagerado de Enrique Viana en su papel de travesti aunque fuera del agrado del público pues nos introdujo con su sutil lenguaje y su comodidad escénica en el mundo de aquel popular Teatro Argentino.
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